Entrevista a Josué S. Martín H. Crónicas del árbol de Rockwood.

Otra entrevista más, esta vez heca a Josué S. Martín H, del blog Rockwoodtree, donde publica Cronicas del árbol de Rockwood.

-¿Qué edad tenías cuando empezaste a escribir? ¿Compartías lo que escribías?

14 años, y no, la mayoría lo guardaba para mí, incluso escribía en clave; es divertido guardar secretos, pero al poco tiempo me aburrí de ese método.

-¿Sobre qué sueles escribir? ¿Algún tema en concreto o un poco de todo?

Misterio, me fascina el misterio; que la lectura sea un rompecabezas de sucesos, de hechos. Me gusta lo paranormal, la ciencia ficción, el terror. Suelo escribir mucho sobre la muerte, pues a mi parecer es, junto con la vida, el más grande misterio.

-Háblanos un poco de las historias que publicas en tu blog-novela y de cómo surgieron.

A los 14 comencé una novela apocalíptica, ahora tengo 20 y he cambiado mi visión. Aquel proyecto no fue terminado, apenas si empezó; al final lo deseché, conservando la esencia y transformándola en algo diferente. Desde entonces he trabajado mucho, de alguna forma u otra he trabajado la misma idea. Todo surge de preguntas: ¿estamos solos en el universo? ¿Es la vida un fenómeno común? ¿La creación es producto de una casualidad? ¿Existe un verdadero origen del universo? ¿Somos eternos? No hay respuestas concretas, no existe la determinación en el universo; la física moderna nos enseña que diferentes realidades se superponen a un mismo evento. Somos un nervio que percibe una realidad subjetiva, y la realidad cambia según el observador. Por eso mi novela no mantiene un narrador fijo, porque así, viendo desde distintos ángulos, el lector podrá determinar sus propias conclusiones a través de una visión superior, imposible de lograr por otro medio. Si fuéramos el universo podríamos observarlo todo, nuestra vida serían todas las vidas, y nuestra historia serían todas las historias.

-¿Cómo prefieres escribir, a mano o a ordenador?

Me gusta el ordenador para redactar en volumen, me permite corregir en el momento, cambiar todo, empezar en un punto, seguir con el principio y luego volver al final. Si quiero corregir un texto no necesito transcribirlo, y eso es excelente. Sin embargo, tengo la costumbre de tomar hojas de papel para bosquejar, en ellas combino dibujo con redacciones, esquemas, mapas conceptuales; sobre el papel me siento libre, lo uso como una forma de distracción, para romper la monotonía. No concluyo nada formal sobre ese medio, al final, si se obtuvo algo, transcribo al ordenador para integrarlo con el resto del trabajo.

- ¿Escuchas música cuando escribes o prefieres el silencio?

Uso la música mientras desarrollo la idea, en una etapa de concentración; redacto en mi mente, después de cavilarlo, en el clímax de la inspiración, tomo el teclado o el lápiz y no me detengo hasta plasmar la última palabra. En ese proceso puede existir la música, pero terminado, prefiero el silencio para revisar y darle orden a aquel flujo de ideas. Paso más tiempo escribiendo en silencio.

-¿Cómo surgió la idea de publicar tu historia en un blog?

Buscaba un medio para exhibir mi trabajo, aunque se encontrara en proceso, uno por el cual pudiera recibir retroalimentación. Quería que llegara de forma gratuita a los lectores, que pudieran hablar de él y comunicarlo. El juego de la escritura no está completo sin los lectores, y un blog me pareció una buena idea para encontrarlos.

-¿Tienes planeado contactar con una editorial y publicar tu historia en papel?

No existe un plan a priori, si se presentara la oportunidad lo haría. En el último de los casos, después de muchos años de trabajarlo y dar por concluida toda la obra, buscaría apoyo en esa parte. Quiero que la obra sea leída, si su publicación en papel ayuda, con seguridad lo haré.

-En tu opinión ¿cómo tiene que ser una historia para que tenga éxito? ¿Qué temas debería tratar?

Debe ser intrigante, debe hacer uso de la imaginación del lector. Debe parecernos una historia familiar, que las causas justifiquen los efectos. Cuando el lector se familiariza con un personaje, cuando lo encarna mientras lee, es cuando la lectura lo atrapa y la experiencia se vuelve un viaje, transportándonos a otra realidad. Entonces no importa cuán fantástico sea el género, todo nos parece posible. El principal elemento que debe usar el escritor es la empatía.

-¿Es importante para ti que una historia esté bien narrada y escrita o piensas que lo importante es el argumento, sin importar las faltas de ortografía?

La ortografía es importante, el mejor argumento puede estropearse si no se considera lo primero. Esto debido a que la comunicación se vería afectada, la lectura sería torpe o se podría desviar, se alteraría el significado de algunas frases, todo dependería de la interpretación casual. Luego está la narración, nosotros los escritores debemos controlar el rumbo de nuestras ideas, para que no provoquen un cauce imposible de surcar. Cuando se domina la narración, cualquier argumento es bueno.

-¿Escribes para un público determinado o tu obra está dirigida a un lector universal?

Está dirigida al lector universal, aunque me gusta decir que se trata de literatura juvenil, siento que cuadra bien en ese terreno. No me limito a un lenguaje de jóvenes o de adultos, de eruditos o de lectores casuales. Busco que sea agradable para la mayoría del público, que emocione a los simpatizantes del género o que de buena imagen del mismo a los que no lo son.

-Influencias literarias que te inspiran a la hora de escribir.

La obra de Rowling fue mi primera saga fantástica, debo mencionarla. Me gusta la forma en que escribe Dumas y Tolkien, su manera de redactar o describir. Los ensayos de algunos escritores como Louis Pauwels o Peter Kolosimo. Las historias de Borges o de Quiroga, entre otros.

-Y por último, razones por las que la gente debería leer tu historia.

Son historias fractales, no es necesario completarlas todas para llegar a un punto. Entre sus palabras están escondidos fragmentos de otras historias, pero se trata de un rompecabezas donde cada pieza tiene su propio paisaje. Pretendo que el lector vaya develándolo todo conforme va acumulando lecturas, pero que cada una de ellas sea lo suficientemente integral como para dejar una buena impresión por sí sola.

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